Fotografía: Cristián Madariaga
Una noche primaveral en Santiago dio la bienvenida al grupo de Nueva York en su séptimo paso por nuestro país para promocionar su último lanzamiento, “Jonny”. Rock Legacy pudo estar presente para registrar uno de los shows más esperados por el público alternativo de la capital, quienes también tuvieron la oportunidad de conocer la propuesta de Safo, quien presentó lo mejor de su repertorio para comenzar la jornada.
La artista, igual de fanática de los ingleses que el testo de los presentes en el teatro, se mostró tan entusiasmada como inmersa en cada una de las canciones que mostró durante los 30 minutos que duró su presentación.
Y no es difícil entender la decisión de los productores al escogerla como apertura de The Drums; tanto las letras como la música buscan exponer la enorme carga de sensibilidad que la chilena busca entregar en cada nota y palabra, tal como Jonathan Pierce hiciera desde hace más de 15 años.
A pesar de lo breve y de un espacio que aún estaba a medio llenar, sus más recientes sencillos (“Dormida”, “Calmar la ansiedad” y “No quiero ser tu amiga”, junto a Martina Lluvias en el escenario) no dejaron a nadie indiferente y ayudaron a preparar los motores para lo que puntualmente inició a las 9 de la noche.
Un público fiel a la trayectoria de la banda se agolpó junto al escenario para vitorear por varios minutos a un carismático Jonny, quien se mostró con ánimos a pesar del evidente cansancio que conlleva una gira por Sudamérica, siendo Chile el último paradero de su viaje.
“What You Were” fue la escogida para comenzar la jornada, corte de su emblemático álbum “Portamento” (2011), que fue el centro de un setlist al que le siguieron “Heart Basel”, “Best Friend” y “Days”.
Posteriormente, como si de un pack de tratara, le siguieron “Book of Revelation” y “Book of Stories”, momento en que, por única vez, Jonny Pierce se detendría a comentarle a los presentes que esta es la canción por la que le gustaría que lo recordasen si muriera el día de mañana, y que se trata de la quintaesencia de The Drums.
“Let’s go surfing”, reconocido single de los inicios de la banda en 2009, dio el cierre al único encore de la noche, marcando la sensación de un show que se iba rápido entre el frenetismo de la audiencia y los movimientos y la entrega de Pierce al micrófono.
Luego del llamado unánime de los presentes a Jonny para volver al escenario, el grupo vuelve para rápidamente retomar con “Money”, quizás su canción más emblemática.
A estas alturas, y tal como suele suceder siempre en el Coliseo, recién se podían distinguir adecuadamente las guitarras, lo que fue clave en la íntima “You’re the One That Makes Me Happy”. Este lado B dio paso a la única sección que los neoyorkinos dedicaron a su último disco, con “Better”, “Harms” y “Little Jonny”, siendo tan bien recibidas como los temas que les hicieron conocidos.
Una coreada “I Don’t Know How to Love” dio paso al más sencillo que más sonó de “Jonny” (2024), “I Want It All”, dando así las últimas notas que la agrupación tocaría en Chile y en Latinoamérica por este año.
Con un público abucheando y pidiendo más, los estadounidenses se retiran del escenario con la esperanza de volver a conectar con una enorme fanaticada que sigue siempre fiel a sus pasos.
The Drums vuelve a deja su estela sobre un público fiel a su sonido marcado por el indie pop de guitarras y melodías rítmicas y pegajosas. Sin embargo, es muy probable que no se demoren mucho en traer de vuelta a un parsimonioso Jonathan Pierce para entregar todo sobre el escenario una vez más.
Revisa las galerías fotográficas de Safo y The Drums.