Partimos el frío mes de mayo con un show lleno de fuerza y calidez por parte de una de las bandas más emblemáticas del heavy y power metal español. Hablamos de los asturianos de Warcry, que en el marco de su gira “Daimon Tour”, pisaron suelo nacional para consentir a sus fanáticos con dos fechas en nuestro país.
La primera, la vivimos ayer en la histórica Estación Mapocho, donde miles de almas se congregaban para alzar sus copas y brindar por una agrupación que ha sido banda sonora de la vida y adversidades de muchos, y que, por supuesto, entrega mensajes alentadores de optimismo y fé a quienes la han perdido, y brinda reflexiones de vida y confianza a sus oyentes.
Así que, a eso de las 18 horas, llegamos al venue de Cal y Canto, donde las filas y filas de fanáticos se agolpaban en las afueras, entusiasmados por escuchar a una banda tan querida por el público nacional. Ya dentro, nos acercamos al lado preferencial de cancha que, por la cantidad de personas, fue dividido en dos secciones. Ahí esperamos a que la banda encargada de encender los ánimos de una fría tarde de otoño apareciera en escena. Nos referimos a los nacionales de Neogenesis, oriundos de la V región, que con su power metal vibrante, cautivaron a los presentes en la espera.
La banda compuesta por Patricio García (batería), Marcelo Oyanedel (bajo), Javier Mancilla (teclados), Daniel Sandoval (voz) y Ricardo Martínez (guitarra) entregaron sobre el escenario una calidad musical que iguala a bandas extranjeras de su género. Destacamos temas como “Nuestra Libertad” con un video sorprendente, sus homenajes a Cachureos y Akira Toriyama, su nuevo trabajo llamado “Alas de Libertad” y “Desde las Cenizas”, que lograron una conexión con el público que tenía hambre de power metal. Mostraron una performance impecable dentro de los 45 minutos que tuvieron sobre el escenario y, sin duda, se la jugaron en cada aspecto.
A eso de las 20:02 horas nos ubicamos más cerca del escenario para presenciar a una de las bandas más renombradas de la escena del metal español: Warcry.
Víctor García y compañía nos golpearon y acariciaron por más de 2 horas y media con un repertorio llenos de clásicos de más de 20 años de carrera musical.
Desde su video introductorio con símbolos de cada integrante en pantalla y camisetas a juego, pasando por videos y frases antes de cada tema, los minutos vividos fueron perfectos.
A pesar de que venían a presentar su último disco titulado Daimon, del cual se desprenden temas dentro del setlist mostrado ayer como “A por ellos”, “Que se vaya”, la muy doom “Desde el Dolor”, “Condenado”, “Para Siempre” y el single estrella “Solo Sé”, también nos deleitaron con clásicos de su extensa discografía.
El juego de luces en cada tema y las visuales ayudaron muchísimo en la puesta en escena de la banda. La interacción con el público fue notable de principio a fin porque la complicidad entre la banda y sus fanáticos es algo digno de admirar por la cercanía y el cariño que se manifiestan.
Por supuesto los clásicos no faltaron, en los cuáles incluimos canciones de sus primeros trabajos como “Espíritu de Amor”, que inundó de luces azules el venue del Río Mapocho, o la clásica “Ardo Por Dentro”, en que luces rojas furiosas desataban la locura entre los presentes.
Entramos en un punto de descanso luego de 8 temas seguidos de los españoles donde incluyeron trabajos de sus primeros cortes como “Nuevo Mundo“, ”Alma de Conquistador”, “Devorando el corazón” y “Perdido”, que fueron coreadas de principio a fin por los miles de presentes en el recinto.
Dentro de ese descanso pudimos presenciar sobre el escenario a al guitarrista Pablo García y al baterista Rafael Yugueros, que dentro de esos minutos, nos ofrecieron un medley entretenido donde se escucharon acordes de Black Sabbath, Ozzy Osbourne y Judas Priest, con gritos incluidos de parte de García, que sorprendieron al público reaccionando con ovación instantánea.
Iron Maiden, The White Stripes y AC/DC también se incluyeron en este popurrí que fue amenizado por las risas y comentarios sobre el recinto de trenes, que nos recordaba a Harry Potter y el camino a Hogwarts, y los puntos para Gryffindor que el mismo Pablo comentaba bromeando con los presentes. Como decimos en buen chileno “las risas no faltaron”.
Pero no todo fue risas, también fueron gritos e incluso llantos de los presentes, y se vivió en temas como “Un poco de Fé”, donde el venue se venía abajo mientras Pablo García ejecutaba sus solos con la guitarra en la nuca, o en la poderosa y energizante “Quiero Oírte” que retumbaba en cada rincón del recinto capitalino.
Víctor comenta que tienen tanta discografía que es difícil elegir un setlist que los deje a todos contentos, así que incluyeron otro medley para los fans más antiguos donde sonaron clásicos como “Luz del Norte”, “Alejandro” y “Señor” desatando la locura colectiva de los presentes.
Cada canción iba acompañada de visuales muy específicas que enriquecían la puesta en escena y nos hacían entender lo que querían transmitir como banda. Muchos de los temas venían incluidos con sus videoclips respectivos que fueron mostrados en la pantalla gigante del fondo del escenario. Eso ocurrió con “Huelo el Miedo”, una de las favoritas del público, y con la calada “Capitán Lawrence”, que emocionó mucho a los fans de los asturianos.
García promete volver, pide disculpas por demorarse tanto en venir a nuestro país y que la pandemia jugó un rol fundamental en ese retraso. Aún así, agradece a cada uno por entregarle una vista desde escenario que él atesoraría por siempre. Este discurso dió el vamos para proseguir con “Tu Mismo”, otra de las predilectas del fan chileno de los españoles. A esta altura llevábamos cerca de las 2 horas de show, pero los ánimos seguían intactos.
Luego de esa última canción, se produce el encore correspondiente que duraría un par de minutos para reponer la energía de la agrupación.
Para romper esa pausa no dudaron en dramatizar su vuelta al escenario con la narración de “La Maldición del Templario”, encendiendo los ánimos de la gente agolpada en la Estación Mapocho.
No podía faltar la emocionante “La vida en un beso”, que nos hizo recordar con cariño a ese ser amado, y el juego de Pablo García con su teléfono y el público antes de dar el paso a uno de los temas emblemáticos de la banda, “El Guardian de Troya”, canción que conducía directamente al final de su presentación en tierras nacionales.
Así es como con “Hoy gano yo”, su frase celebre “cada concierto, cada canción me hacen sentir que hoy gano yo” y su guiño al Star Wars Day, abrochaban una presentación de 2 horas y media que se sintió como una montaña rusa de emociones. Pasando de la euforia a la pena en un segundo, los presentes vibraron y disfrutaron cada canción elegida por los españoles.
Una selección de lo mejor de su repertorio que dejó a muchos contentos, otros pidiendo más y otros esperando algunos clásicos como “La Vieja Guardia“, ”Aire” o “Trono de Metal”. Aún así, lo elegido dejó conforme a la mayoría. El recinto en sí, a veces no acompañaba del todo a la banda ya que el eco provocaba que la voz de Víctor García se perdiera dentro del mar de sonidos. Pero eso no importó a la hora de disfrutar de un show con miles de fanáticos llenando Estación Mapocho, viajando toda la noche desde otros rincones del país para ver a su banda favorita de la vida.
Un concierto casi redondo, con una serie de hits y con tremenda energía por parte del público que pudiera haber sido perfecto si no fuera por la composición del recinto que no acompañó del todo a las bandas que se presentaron. A pesar de esos detalles, se disfrutó del inicio al final y se sacaron cuentas alegres al final del día.
Una tarde de sábado que el fanático de Warcry guardará en su corazón por mucho tiempo.