Dentro de un fin de semana cargadísimo de música, desde Rock Legacy no nos quisimos perder ni una sola de las alternativas que el fin de semana nos propuso. Fue así que a eso de las 18:30 horas estuvimos en la entrada de la Sala Metrónomo en Bellavista, nos convocó la nueva visita de Abbath a Chile y sabíamos que el evento era una reivindicación de la gira sudamericana pasada, ya que a pesar de la buena recepción del público, Abbath Doom Occulta pasaba por un momento de excesos que lo llevó a protagonizar un bochornoso show en Argentina. Sabíamos que esta jornada sería diferente y cerveza en mano nos acomodamos en el interior del recinto a esperar en unos pocos minutos la salida de los nacionales Weight of Emptiness.
Weight of Emptiness es una banda que fusiona la oscuridad de estilos que van desde el progresivo, el death, el doom y el black metal. Conformada por Alejandro Ruiz en voces, Juan Acevedo y Alejandro Bravo en guitarras, Mauricio Basso en batería y Mario Urra en bajo, Weight Of Emptiness es una banda originaria de Buin, cerca de Santiago de Chile, que se formó en 2015, consolidando rápidamente su alineación y obteniendo reconocimiento en la escena metal chilena y sudamericana.
Weight of Emptiness, cuenta con 3 álbumes, “Anfractuous Moments For Redemption” (2017), “Conquering The Deep Cycle” (2019) y “Withered Paradogma” (2023) que cuenta con músicos invitados de Chile y Rumanía y que fue editado bajo el sello europeo Sliptrick Records.
Con todo este pedigree, los nacionales salieron a eso de las 19 horas. Fracturando el silencio con su potencia y solidez. Con un rotundo repertorio de nueve canciones, los buinenses sedujeron a los asistentes hacia su mitología que transportó las mentes a parajes lejanos, donde Alejandro Ruiz era el brujo que hechizó los oídos, tanto con sus lamentos y gritos como con sus voces profundas y melódicas. Hay que mencionar la destreza del proyecto, tanto en la ejecución como en la creatividad. Solos de guitarras impecables, una batería como reloj y un bajo consistente. Un placer terminar el fin de semana con una banda nacional creando una muy buena expectativa para la jornada.
Con una breve pausa de prueba de sonido, comenzó la nueva presentación Abbath Doom Occulta. Impecable, macabro y simpático a la vez. Una experiencia tremenda estar en un espacio tan cómodo y con tan buen sonido. El público completamente entregado a cada pieza, con un Abbath, como siempre, cercano a su público. Con una honestidad tremenda que en cada canción iba dejando en claro que es un referente aún en lo que la escena black metalera necesita.
Sin duda hablar de Abbath es hablar de un símil a Lemmy, pero de los sonidos más oscuros de la tierra. Con un encanto teatral y con su caracterización que desde el segundo uno lo pone en lo más profundo de los infiernos, convirtió la Sala Metrónomo a su antojo, paseándose por los infiernos más poblados o llevando a la audiencia a los páramos más solitarios y fríos.
“Acid Haze“, “Dream Cull“, “Hecate“, “Ashes of the Damned“, “Dread Reaver“. Tocó además algunas canciones de Immortal, proyecto que lo impulsa desde comienzos de los 90’s como un referente mundial de estilos. “In my Kingdom Cold“, “Beyond the Northwaves“, “The Artifex“, “One by One“ también de Immortal. “Winterbane“, “The rise of Darkness“, “Fenrir Hunts“, “Warriors“ y “Endless“.
Definitivamente un tremendo show, sólido y apabullante. Un broche de oro para cerrar otra tremenda semana de una temporada de conciertos que recién comienza.
