Luego de diez años de búsqueda sonora el trío de Newcastle, Inglaterra, presentó un álbum con una mezcla fascinante. Una banda de rock que utiliza todo tipo de intrincados trucos para profundizar en un género que algunos creen saturado.

 

La propuesta es simple, navegar por un amplio catálogo de referencias y abordar el trabajo en un producto final que es completamente suyo. “Holy Doom” fue lanzado el 2018, es su segundo disco luego de “Dream Soda” de 2015. Actualmente la banda está formada por Matthew Marcantonio en la voz y bajo, Thomas Armstrong en batería y Adam Godfrey en la guitarra.

La primera impresión que tuve con el disco fue de… ¿Y esto dónde se clasifica? Claro, encontraba referencias a un gran número de bandas que anteriormente he escuchado, pero todas distantes entre sí. Ya sea por el estilo musical o la misma distancia física en relación con el país de origen.

Recuerdo que estaba esperando con un cigarro en mano la llegada de un amigo, mientras de fondo avanzaba la lista de Spotify con las sugerencias de bandas que semanalmente prepara para el usuario. Cuando de pronto suena una melodía que me recordó a Sick, Sick, Sick” de Queens Of The Stone Age. El tema en cuestión se titula “Gods I’ve seen” de Demob Happy y antes de expulsar el humo del cigarrillo y exclamar: “otra banda que copia a Qotsa”, aparece el coro de la canción y da un giro a lo que creía pensar. Lo puedo entender como referencia al riff principal, pero el trío lo hace suyo al crear un tema que brilla por los juegos vocales y la melodía.

Desde ese momento sentí curiosidad por el trabajo completo. Es decir, me refiero a escuchar todo el disco y no quedar con esa sensación de oír un buen tema y perder al artista del radar, como a veces suele suceder cuando se está escuchando constantemente música.

La portada ya nos enseña algo, los artistas en una misma habitación, pero observada desde tres perspectivas distintas, burlándose de las leyes de la gravedad en función de la posición que posee cada uno y confundiendo al espectador, al determinar dónde está el suelo.

 

 

En una entrevista al medio Diymag.com Matt el líder de la banda señala:

“Creo que siempre nos hemos sentado en un lugar divertido porque no somos tan indie, y no estamos gritando heavy metal, es rock pero hay acordes y melodías que son pop. La gente no sabe dónde ponernos”.

La primera pista de Holy Doom es “Liar In Your Head”, en su lírica habla de la demencia producto de los problemas que tenemos en nuestra cabeza. En cuanto a la música, es tomar algo del Stoner más actual, mezclarlo con melodías vocales bastante pop y con gritos de locura desesperados a ratos. ¿Raro no? Sin embargo, funciona. Su trabajo continúa con “Be Your Man”, acá pueden existir diferencias de opinión quizás, esto en un ejercicio por entender el sonido y a modo de ejemplificar de manera absurda, es como si George Harrison de The Beatles hubiese conocido un Ultimate Octave de Fulltone al componer. El resultado un temón.

 

Luego aparecen dos canciones que tienen un beat pegajoso, muy inspirado en lo bailable de Homme. En una fiesta con un par de cervezas hasta los bailaría. “Loseen It” habla de eso, de soltar las ataduras y ser uno mismo, no perderse, ya que nada es real. De igual forma, “Fake Satan” nos enseña de la libertad que otorga la noche.

“Runnin’ Around” es uno de los temas más lentos del disco, que ya finalizando los dos minutos presenta un cambio que intensifica la canción. “I Wanna Leave” (Alive), juega en frenesí utilizando una voz muy aguda (falsetto) en contraposición a una voz muy grave. Ya finalizando la canción, los artistas nos muestran la demencia al cerrar con los instrumentos desafinados y sin orden en su ejecución.

En “Maker of Mine” el protagonista es el bajo sin duda. Utilizar un fuzz en un bajo otorga esa presencia que puedes escuchar exactamente en el minuto 1:48 y que se mantiene tocando una sola nota. Luego llegamos a “Holy Doom”, la canción que da nombre al álbum y que disminuye los bpm apreciables en el tempo de la obra. “Spinning Out” por el contrario, eleva los bpm de la canción. Debo mencionar que este tema está muy influenciado en Qotsa pero en la etapa con Nick Oliveri aquella de imprudencia y gritos en el escenario.

El álbum finaliza con “Fresh Outta Luck”, esta canción la puedes escuchar hasta con una persona mayor, fanática religiosa, que no sabe nada de rock y le será agradable igual. Se puede entender como la antípoda de todas las canciones anteriores.

Puedes escuchar “Holy Doom” de Demob Happy a continuación:

 

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