El saxofón es un instrumento de viento-madera con un timbre expresivo, que funciona mediante una caña que vibra al soplar aire en la boquilla y teclas que permiten variar la altura de los sonidos. Los modelos más comunes son soprano, alto, tenor y barítono, aunque también existen versiones menos habituales como el sopranino o el contrabajo. Inventado en 1840 por Adolphe Sax para bandas militares, alcanzó fama en las grandes orquestas de jazz de los años 40 y 50, y con el tiempo se incorporó al rock, pop y otros estilos, adaptándose a melodías suaves o solos enérgicos.
Músicos como Marcel Mule, John Coltrane, Charlie Parker y Kenny G han demostrado todo el potencial del instrumento, consolidándolo como versátil y expresivo. Incluso en la cultura pop, personajes como Lisa Simpson de Los Simpsons han inspirado a jóvenes a acercarse al saxofón.
En esta nota, y a propósito del regreso a nuestro país del célebre saxofonista estadounidense Kenny G, repasamos 20 canciones donde el seductor instrumento de notas largas brilla (hay un bonus track que merece una mención especial).
King Crimson
“21st Century Schizoid Man”
(1969)
“21st Century Schizoid Man” (1969), apertura del álbum debut In the Court of the Crimson King, es un clásico del rock progresivo que combina potencia rockera, espontaneidad jazz y precisión clásica. El saxofón de Ian McDonald, tocando riffs en unisono con la guitarra de Robert Fripp, define la intensidad de la canción y el segmento instrumental “Mirrors”, donde un solo de saxofón casi atonal contrasta con riffs jazzísticos. La letra crítica la guerra de Vietnam con imágenes potentes, mientras la estructura musical alterna adagio, allegro y pasajes caóticos, consolidando a King Crimson como pioneros del heavy metal y del rock experimental.
The Stooges
“1970”
(1970)
“1970” (1970) de The Stooges es un torbellino de energía cruda que ejemplifica el proto-punk en su forma más directa. La canción combina guitarras rugientes, batería agresiva y el bajo contundente de Dave Alexander con la voz visceral de Iggy Pop, transmitiendo una sensación de abandono y urgencia. El saxofón tenor de Steve Mackay aporta pasajes caóticos y casi improvisados, intensificando el tono de desesperación que recorre la canción y subrayando la experimentación jazzística dentro del sonido garage rock de la banda. “1970” demuestra cómo el caos controlado y la interacción entre instrumentos pueden generar un clímax sonoro que sigue siendo influyente décadas después.
The Rolling Stones
“Can’t You Hear Me Knocking”
(1971)
“Can’t You Hear Me Knocking” (1971), de Sticky Fingers, comienza con un riff abierto de Keith Richards y evoluciona en un jam improvisado que se grabó de una sola toma por accidente. El saxofón de Bobby Keys brilla durante el extendido solo, dialogando con las guitarras, con Mick Taylor y con el órgano de Billy Preston. Este segmento improvisado convirtió la canción en un clásico del rock, mostrando cómo el saxofón puede enriquecer un tema con riffs jazzísticos, energía espontánea y un carácter inconfundible, consolidándola como una de las piezas más memorables de la banda.
Lou Reed
“Walk On the Wild Side”
(1972)
“Walk on the Wild Side” (1972) de Lou Reed es un himno de la contracultura neoyorquina que retrata a los “superstars” de la Factory de Andy Warhol, un grupo de actores, artistas y modelos que se convirtió en figuras públicas dentro de su estudio. La canción combina una sencilla progresión de acordes con el icónico bajo de Herbie Flowers y delicados arreglos vocales, mientras David Bowie aporta la guitarra acústica y Thunderthighs refuerza los coros. El saxofón barítono de Ronnie Ross brilla especialmente al final, aportando un tono melancólico y expresivo que cierra la historia de los personajes y demuestra cómo el instrumento puede integrarse con sutileza en una canción pop-rock, convirtiéndose en protagonista sin perder elegancia. La letra fue pionera en abordar temas tabú como prostitución masculina, drogas y personas transgénero, contando historias reales de figuras de la escena artística neoyorquina.
Pink Floyd
“Us and Them”
(1973)
“Us and Them” (1973), del emblemático The Dark Side of the Moon, combina armonías de órgano, piano y un bajo sostenido que generan un ambiente introspectivo. El saxofón de Dick Parry aporta un solo melódico que acentúa la atmósfera jazzy y melancólica, resaltando la crítica a la guerra y el consumismo plasmada en la letra de Roger Waters. La canción alterna secciones suaves con crescendos vocales y momentos hablados por el roadie de la banda, creando un contraste único donde el saxofón actúa como hilo conductor emocional, consolidando su rol central dentro del rock progresivo.
Golden Earring
“Radar Love”
(1973)
“Radar Love” (1973), de Golden Earring, es un clásico del rock de carretera que combina riffs potentes, bajo pulsante y un ritmo vertiginoso. La canción narra la conexión telepática entre un hombre y su amante, conocida como “radar love”, mientras él conduce con urgencia. El saxofón de Bertus Borgers aporta color y energía durante el coro, fusionándose con la guitarra y la sección de vientos para realzar la intensidad del viaje musical. Reconocida internacionalmente como himno para conducir, la pieza muestra cómo el saxofón puede integrarse al rock con fuerza y sutileza.
David Bowie
“Young Americans”
(1975)
“Young Americans” (1975) marca la transición de David Bowie del glam rock al soul y R&B estadounidense. Grabada en Philadelphia con la participación de David Sanborn en saxofón alto, la canción combina improvisación, voces de apoyo de Luther Vandross y un groove característico de la época. Las líneas de saxofón aportan brillo y energía al tema, integrándose con el bajo y la guitarra para crear un sonido elegante y sofisticado. La pieza ofrece un retrato social de Estados Unidos, mientras el instrumento acentúa momentos clave de la narrativa musical.
Gerry Rafferty
“Baker Street”
(1978)
“Baker Street” (1978) de Gerry Rafferty es famosa por su icónico riff de saxofón de ocho compases, interpretado por Raphael Ravenscroft. Este solo, insertado entre los versos, es considerado uno de los más reconocibles de la historia musical y provocó un aumento en la popularidad del saxofón en la música mainstream. Aunque surgió de improvisación y de la interpretación de Ravenscroft sobre la línea de Rafferty, el resultado se convirtió en un elemento definitorio del tema y en un referente cultural de la época.
Men At Work
“Who Can It Be Now?”
(1981)
“Who Can It Be Now?” (1981) de Men at Work es uno de los himnos del new wave, destacando por su característico riff de saxofón interpretado por Greg Ham. Originalmente concebido más adelante en la canción, el productor Peter McIan sugirió moverlo a la introducción, convirtiéndolo en un gancho memorable. La letra refleja la ansiedad de Colin Hay frente a vecinos y desconocidos. La canción alcanzó el No. 1 en EE. UU., y su saxofón improvisado se convirtió en un elemento definitorio del tema y de la banda.
Supertramp
“It’s Raining Again”
(1982)
“It’s Raining Again” (1982) de Supertramp, escrita por Roger Hodgson, combina pop-rock y toques de nostalgia con la inclusión del viejo juego de palabras de la rima infantil “It’s Raining, it’s Pouring“. Destaca el alto saxofón interpretado por John Helliwell al inicio, creando el tono melódico característico del tema. La letra surge de un momento de tristeza de Hodgson y el videoclip muestra un relato surrealista de encuentros y pérdidas. La canción debutó en el Billboard Hot 100 en el No. 31, alcanzando el No. 11, y es considerada una de las favoritas del propio Hodgson.
Billy Idol
“Catch My Fall”
(1983)
“Catch My Fall” (1984) de Billy Idol, cuarto y último sencillo de su álbum Rebel Yell, combina rock con elementos de baile ochentero y sintetizadores que aportan un carácter moderno a la época. Escrita por Idol y producida por Keith Forsey, la canción destaca por el saxofón de Mars Williams, que añade color y profundidad al tema. La voz de Idol se mantiene melódica y contenida, recordando su interpretación en “Eyes Without a Face”, mientras los ritmos marcados y bailables refuerzan la atmósfera elegante y pop-rock del sencillo.
Huey Lewis & The News
“Hip To Be Square”
(1986)
“Hip to Be Square” (1986) de Huey Lewis and the News, segundo sencillo del álbum Fore!, mezcla rock y pop con un toque divertido sobre la conformidad de la cultura suburbana. Escrita por Lewis, Bill Gibson y Sean Hopper, la canción incluye un distintivo saxofón de Stephen “Doc” Kupka y coros de los integrantes de la banda y jugadores de fútbol americano. Su letra, originalmente en tercera persona, celebra de manera irónica a los “bourgeois bohemians” —personas de clase media con gustos creativos o alternativos—. La canción se popularizó y apareció en la película American Psycho, inspirando además parodias y homenajes posteriores.
INXS
“Never Tear Us Apart”
(1987)
“Never Tear Us Apart” de INXS es una balada emotiva escrita por Michael Hutchence y Andrew Farriss, inspirada en la relación de Hutchence con Michele Bennett. La canción combina sintetizadores con un tempo tipo vals vienés moderno y pausas dramáticas, mientras el solo de saxofón de Kirk Pengilly aporta un aire intenso y melancólico. La letra refleja pasión, vulnerabilidad y la fuerza de un amor que parece inquebrantable, consolidando esta canción como uno de los momentos más memorables y conmovedores de la banda.
Dream Theater
“Another Day”
(1992)
“Another Day” de Dream Theater, del álbum Images and Words (1992), es una balada progresiva escrita por John Petrucci que combina atmósferas introspectivas con instrumentación delicada. La voz de James LaBrie transmite melancolía y vulnerabilidad, mientras los teclados de Kevin Moore y el bajo de John Myung crean una base envolvente. La inclusión del solo de saxofón de Jay Beckenstein aporta un toque emotivo y distintivo. La canción refleja soledad y anhelo, consolidándose como uno de los momentos más sensibles y recordados del álbum, equilibrando técnica y emoción de manera única.
Incubus
“Summer Romance (Anti-Gravity Love Song)”
(1997)
“Summer Romance (Anti-Gravity Love Song)” de Incubus, incluida en su segundo disco S.C.I.E.N.C.E., representa la primera balada amorosa de la banda, aunque escrita con un tono más desenfadado que sus posteriores canciones de corte romántico como “Stellar”. La pista combina funk ligero con un aire juguetón y atmosférico, apoyada por la inclusión del saxofón de Jeremy Wasser, de Hoobastank. Su ritmo relajado y melodías soleadas contrastan con los momentos más pesados del álbum, mostrando la versatilidad del quinteto. Con letras sobre romance veraniego y un toque de ligereza, la canción se distingue como un ejemplo temprano de su capacidad para fusionar géneros y texturas sonoras en un contexto accesible y divertido.
Radiohead
“The National Anthem”
(2000)
“The National Anthem” es una canción de Radiohead incluida en Kid A (2000). Destaca por su repetitivo bajo compuesto por Thom Yorke a los 16 años y una sección de metales y saxofones estilo free jazz, inspirada en Charles Mingus. La banda buscó transmitir la sensación de personas atrapadas en un ascensor o un atasco. Grabada inicialmente como demo para OK Computer, se guardó para este álbum. La crítica se dividió: algunos consideraron caótico el jazz, mientras que otros valoraron su innovación. La pieza combina bajo, voz, sampling y metales en un enfoque experimental único.
The Mars Volta
“Cassandra Gemini”
(2005)
“Cassandra Gemini” es la épica final del álbum Frances the Mute (2005) de The Mars Volta, una composición que refleja la ambición progresiva de la banda. Omar Rodríguez-López combina guitarras, sintetizadores y percusión con la contribución de Adrián Terrazas-González en saxofón y flauta, creando un paisaje sonoro complejo y caótico. La canción surge de largas improvisaciones, con secciones que evocan jazz, rock psicodélico y latin fusion. Es un despliegue de virtuosismo instrumental, estructuras impredecibles y tensión constante, donde la banda explora texturas densas y dinámicas extremas, consolidando Frances the Mute como un referente del rock progresivo moderno.
TesseracT
“Of Energy – Embers”
(2011)
“Of Energy – Embers” es parte del álbum Altered State (2013) de la banda británica de metal progresivo TesseracT. La canción destaca por su compleja estructura rítmica y la fusión de voces limpias y guturales de Ashe O’Hara, combinadas con guitarras y bajos entrelazados. La sección de saxofón, interpretada por Chris Barretto (ex Periphery, ex Monuments), aporta un contraste inesperado y atmosférico, añadiendo textura al metal técnico de la banda. La canción refleja la energía y precisión características del quinteto británico, siendo un ejemplo de su virtuosismo y experimentación dentro del metal progresivo.
Ghost
“Miasma”
(2013)
“Miasma” de Ghost, un tema instrumental incluido en Prequelle (2018), destaca por su atmósfera oscura y teatral, típica de la banda. Combina guitarras y sintetizadores con un uso sutil de piano, mientras que el saxofón, tocado en estudio por Gavin Fitzjohn y en vivo por Papa Nihil, aporta un toque jazzístico inesperado dentro del contexto de hard rock y metal progresivo que caracteriza al álbum. La pieza funciona como puente entre los temas más melódicos y los más épicos, manteniendo la tensión narrativa del concepto sobre la peste y la mortalidad.
Viagra Boys
“The Bog Body”
(2018)
“The Bog Body” de Viagra Boys, incluido en Street Worms (2018), es un tema que mezcla la energía cruda del post-punk con un toque irreverente y satírico, característico de la banda sueca. La canción combina bajo y batería contundentes con el saxofón de Oskar Carls, que añade una textura inesperadamente caótica al conjunto. Con su letra mordaz, el tema critica la hipermasculinidad y ciertos aspectos del populismo europeo, manteniendo el humor ácido y la ironía que recorren todo el álbum. Su ritmo intenso y pegajoso convierte al tema en un punto clave dentro de Street Worms, equilibrando los momentos más furiosos con guiños a la teatralidad del grupo.
BONUS TRACK:
“Buena” de Morphine (1992) es un tema oscuro y envolvente del álbum Cure for Pain, característico del sonido minimalista de la banda. Con el bajo de dos cuerdas de Mark Sandman, el saxo barítono de Dana Colley y la percusión de Jerome Deupree y Billy Conway, mezcla ritmos lentos y sensuales con un aire melancólico. Su atmósfera íntima y sugerente la convirtió en una pieza memorable, usada en series como The Sopranos, películas como Ulee’s Gold y como tema introductorio en las primeras temporadas del podcast Tomás Va A Morir.
Al final, el saxofón demuestra que no importa el estilo ni la época: siempre encuentra la manera de estar, con dedos que recorren las teclas y el aire que da vida a cada nota. Desde melodías suaves hasta solos que te sacuden, estas canciones lo prueban: el saxo siempre viene bien.

