La noche de este viernes quedará grabada en la memoria de los fanáticos chilenos del metal progresivo. El Teatro Cariola vibró intensamente con la esperada presentación de la aclamada banda británica Haken, quienes ofrecieron un espectáculo lleno de energía, técnica depurada y una notable cercanía con su público.

Pero las primeras notas en esta noche progresiva, las dieron la banda nacional Delta, quienes demostraron una vez más que son una banda de talla internacional. Comenzaron fuerte con la canción que le da nombre a su último disco “Gemini” y rápidamente y sin respiro continuaron con “Fears”, que ha crecido en interpretación considerando que es una canción que ya tiene más de 5 años.

Los dotes vocales y presencia en el escenario de Paula Loza se hacen más visibles con “So Wrong!”, track extraído del disco “Gemini”, junto con “The Great Dilemma”, que fueron presentados por la cantante.

Continuaron con “Oceans” junto a un público que los observaba atentamente y que tímidamente comenzaron a mover sus brazos. Pero no es hasta que Víctor Quezada, guitarrista de la banda desde hace solo dos años, presentó “The Humanest” que los asistentes conectaron inmediatamente con la banda. Este single ha tenido un buen recibimiento a nivel internacional ya que da espacio a que sus músicos demuestren su virtuosismo, desde el teclado del gran Nicolás Quinteros, pasando por el bajo de Marcos Sánchez, la batería de Andrés Rojas, la excelente guitarra de Víctor y, por supuesto, la versatilidad vocal de Paula, demostrando que incluso los growls en Delta caben en su fórmula.

La banda terminó su presentación de 40 minutos con un pequeño discurso de agradecimiento al público y todo su staff por parte Nicolás, fundador de la banda, y tocando el último tema “My Addictions”, recibido de excelente forma por el público y que, al acabar, la banda fue aclamada por más. Pero ya no había más tiempo, era hora del plato fuerte de la noche: Haken.

Galería | Haken: Delta – Teatro Cariola 2025

Eran las 21:30 hrs y, desde el primer momento, la agrupación dejó claro que venía a entregarlo todo. La batería de éxitos comenzó con la intrincada “Puzzle Box”, seguida inmediatamente por la épica “Atlas Stone”. Fue tras este segundo tema que el carismático vocalista Ross Jennings se dirigió a un público ya entregado, declarando con sinceridad: “Chile es nuestro lugar favorito donde tocar nuestras canciones”, palabras que encendieron aún más los ánimos y confirmaron la especial relación de Haken con sus seguidores chilenos.

En un principio, se extrañó el uso de algún telón o apoyo visual, pero el excelente juego de luces generó que la banda se viera en buena forma, desplegando su virtuosismo en el escenario con prestancia.

El viaje musical continuó sin pausas, demostrando la versatilidad y el dominio técnico que caracteriza a la banda. Sonaron impecables “Beneath the White Rainbow”, la siempre celebrada y compleja “Cockroach King”, y la más melódica “Canary Yellow”, cada una recibida con ovaciones.

Uno de los momentos más destacados y espontáneos de la noche llegó con “1985”. Apenas sonaron sus reconocibles acordes iniciales, el teatro estalló en vítores y aplausos. En medio de esta euforia, un gesto del público marcó la velada: desde la cancha le entregaron a Ross unos llamativos anteojos con borde de luces. El cantante los aceptó con humor y simpatía, usándolos durante todo el resto de canción, lo que añadió un toque visual único y fortaleció aún más la conexión con la audiencia.

La intensidad física se hizo presente con “Prosthetic”, tema que desató el primer y único mosh de la noche en la cancha, demostrando que Haken también sabe desplegar una potencia más cruda y directa. Tras la descarga de adrenalina, la banda ofreció un respiro con la fluidez de “Carousel” y la atmósfera emotiva de “Deathless”, logrando un interludio de relativa calma y disfrute melódico en el recinto santiaguino.

El éxtasis volvió a apoderarse del Teatro Cariola con la interpretación de “Falling Back to Earth” del increíble larga duración “The Mountain”. Fue aquí donde Ross Jennings desplegó de manera espectacular sus impresionantes dotes vocales, alcanzando notas y registros que dejaron al público simplemente maravillado y coreando junto a él.

Para cerrar la primera parte de su presentación, Haken eligió la poderosa “Drowning in the Flood” del maravilloso disco “Aquarius”, dejando a la audiencia en un punto álgido de emoción y con ganas de más.

La espera por el regreso no fue larga. Entre cánticos y aplausos, la banda volvió al escenario para el esperado encore. El regalo final fue una interpretación monumental de la extensa y compleja “Visions”, track que encontramos en el LP del mismo nombre, el cual dura más de 24 minutos; una pieza que encapsula la esencia del virtuosismo y la ambición musical de Haken. Fue el broche de oro perfecto, un despliegue de maestría que mantuvo a todos cautivados hasta la última nota.

La presentación de Haken en el Teatro Cariola fue mucho más que un concierto; fue una demostración de excelencia musical, energía contagiosa y una conexión genuina y recíproca con su público chileno. Desde los intrincados pasajes instrumentales hasta los momentos de interacción y emoción compartida, la banda británica confirmó por qué Santiago es uno de sus destinos predilectos y dejó una marca imborrable en todos los asistentes. Una noche épica para el metal progresivo en Chile.

Galería | Haken – Teatro Cariola 2025

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