Desde Viña del Mar, Sensei emerge como una propuesta fresca en la escena nacional, pero respaldada por la experiencia y la conexión de años entre sus integrantes. Formados oficialmente en 2024, este trío ha consolidado su visión musical en un EP homónimo lanzado el pasado 1 de noviembre. Con influencias del grunge, punk y stoner, y bajo la producción de Miguel Campos en Vimana Estudios, la banda nos invita a un viaje sonoro donde lo colectivo y lo personal confluyen.

En Rock Legacy tuvimos la oportunidad de conversar con Ricardo Marholz, guitarrista y uno de los pilares creativos del grupo, quien nos comparte detalles sobre su historia, el proceso detrás de su debut y cómo planean llevar su música por distintos rincones del país y más allá.

Lo primero que llama la atención es que, aunque son una banda que surge este año, mencionan que llevaban un tiempo trabajando en las canciones. ¿Este proceso fue algo que desarrollaron juntos como banda, o son composiciones que ya venías trabajando previamente?

Sí, mira, los tres integrantes tenemos hartos años de trayectoria en diferentes proyectos. De hecho, con Cristóbal, bajista y vocalista de la banda, tuvimos uno hace muchos años de punk rock medio melódico; nos conocemos desde toda la vida.

Este proyecto partió antes de la pandemia, con la intención personal de hacer algo, pero más allá de algo individual, sino que en formato banda. De hecho, la idea siempre fue armarlo como un trío.

Con Cristóbal, durante el virus, nos contactamos con las herramientas que existían en ese momento. Ambos somos de Viña del Mar y tenemos la suerte de vivir relativamente cerca, así que nos íbamos intercambiando ideas por WhatsApp, y cuando hubo más libertades para salir, nos juntábamos en su casa, o en la mía, y ahí desarrollamos los temas de forma más concreta.

¿En qué momento entra Andrés (batería) al proyecto?

Él también es un amigo de la infancia, casi vecinos en nuestra niñez, y siempre tuvimos gustos similares de la música, sin embargo, entró ya posterior a la grabación del EP.

El EP lo grabamos con Miguel, director de una productora llamada Vimana y baterista de Im28z, con quien además fui compañero en otra banda anterior. Él fue quien armó las baterías. Sin embargo, sabíamos que él está netamente enfocado en producir y en sus propias creaciones, por lo que, al buscar un baterista para hacer las presentaciones del EP en vivo, apareció Andrés con muchas ganas.

Él había terminado un proyecto que duró mucho tiempo, una banda que se llama Pacto Reflejo, donde él cantaba, era otro rol, pero siempre estuvo la batería en su, entonces la idea de tocar fue como anillo al dedo.

Ya que es un tópico que inevitablemente influyó en la banda ¿Cómo sientes que quizás la pandemia habrá influido en el proceso de composición de las canciones, tanto instrumental como en la letra líricamente?

Respecto a la composición, siempre ha sido colaborativa, como una ventana abierta. De repente llego con un riff o alguna melodía vocal y la trabajamos. Por otro lado, solemos partir con la música y después vemos la letra.

Ahora, sobre la pandemia, es innegable que nos tocó. Nos enfocamos mucho en el cuestionamiento, con una mirada respetuosa de todo lo que sucedió. Más allá de una situación social que, en definitiva, afectó a nivel global, nosotros siempre hemos tenido la intención de hablar de lo que no siempre se escucha, pero que inevitablemente está presente.

Entonces, en las letras hablamos de cómo afecta, ponte tú, la revolución industrial moderna a la naturaleza, que como nosotros somos de Viña, lo vimos de manera súper cercana, por ejemplo, todo lo que ha pasado con las dunas. Pero no solo esas temáticas, sino también sobre toda esta ala de violencia que existe hace mucho tiempo a nivel social. Es más fácil separar que unir, apuntar con el dedo, en vez de escuchar lo que el otro dice. Qué interesante es escuchar una opinión distinta sin juzgar a nadie, entender no solo existen conflictos y violencia, sino que también hay mucho amor, mucho coraje, muchas ganas de contribuir, de hacer críticas constructivas.

Respecto a su música, hay un claro abanico de sonidos noventeros ¿Qué es lo que los lleva a irse por este sonido en particular? ¿Cómo confluye ese tema dentro de la banda?

De las experiencias que tuve en bandas, es súper importante tener un punto en común, pero también tiene que haber una identidad musical. O sea, independiente de que puedas explorar diferentes géneros, siempre tiene que haber una cohesión, y creo que eso es súper importante. Creo va de la mano con el respeto y el amor por la canción, más allá de que yo quiero que mi guitarra suene en esta parte, o la batería, etc.

Tenemos gustos súper diversos, pero a la vez también súper comunes. El universo musical es gigante hoy con la tecnología, ya que uno escucha lo que quiera escuchar.  A nosotros nos tocó vivir los 90’s, donde hubo música muy fuerte e interesante, y tuvimos la oportunidad de experimentarla en un formato mucho más análogo, no había una inmediatez como hay ahora. Entonces ese sonido nos marcó mucho a los tres en el grupo.

Y hablando de ustedes como grupo, ¿Cómo es que surge el concepto de Sensei?

El concepto está impregnado en la música que realizamos. Hablamos de que todos somos nuestro propio maestro, nuestro propio Sensei, al final del día. Todas las personas tienen creatividad en su ser. Si te quitas los prejuicios, tú puedes cantar, tocar guitarra, hacer lo que quieras. La música que vayas a hacer es única, no hay nadie igual en ninguna parte, y buscamos entregar eso a través del mensaje de nuestras letras, que no tienes nada que perder, lo único que hay es ganar experiencia.

Relacionado con lo que hemos conversado quizás ¿Me puedes comentar un poco de dónde surgió la idea de la carátula de su lanzamiento?

La carátula pasó por muchas vueltas, pero no por indecisión, sino por el respeto que le tenemos a lo que estamos haciendo. Queríamos que representara el concepto de Sensei. Así llegamos a la imagen de este caballero, que no simboliza la vejez en sí, sino el valor de las personas que han vivido mucho y lo que pueden aportar. Muchas veces, en lo social, se ven como una carga, pero nosotros creemos que tienen experiencias e historias maravillosas que enriquecen. Eso no significa quedarse en el pasado, sino respetarlo y aprender de él.

La música también tiene ese poder: te conecta con el pasado y te hace reflexionar sobre cómo eran las cosas antes, como cuando las carátulas se dibujaban a mano o se encargaban a un pintor, lo que le daba otro valor a todo. Hoy podemos escuchar una canción de los Beatles en un celular, pero eso no le quita su esencia. Por eso escogimos esta figura con un monóculo: aunque tal vez no vea bien con un ojo, tiene otra perspectiva, algo distinto que enseñar. Es una invitación a no cerrar la puerta a lo que viene del pasado, porque opinar desde la experiencia siempre enriquece.

La ilustración la hizo Francisco Orellana, un arquitecto de Viña que también es dibujante. Su estilo tiene una vibra muy noventera que conecta mucho con nosotros y con el espíritu del disco.

¿Qué les ha parecido el resultado final de su EP y la recepción del público?

Estamos muy contentos con el resultado de nuestro EP, tanto en sonido como en composición. Sentimos que logramos expresar lo que queríamos transmitir con nuestra música. Aunque sabemos que la escena nacional no siempre es fácil, valoramos el esfuerzo que implica abrirse camino en una industria competitiva.

Desde el lanzamiento hemos tenido dos presentaciones que han sido muy enriquecedoras, no solo por tocar, sino también por compartir con el público. Ha sido interesante recibir comentarios sobre las influencias que algunos oyentes perciben en nuestra música, como Tool o Pixies, lo que nos resulta gratificante, aunque no siempre esté en nuestro radar compositivo.

Nos enfocamos en disfrutar el proceso creativo y en hacer música auténtica. Si le gusta a más personas, maravilloso; si no, seguiremos igual, porque hacemos esto por pasión. Aprovechamos las herramientas digitales, pero no dependemos de ellas, ya que lo importante es mantener la esencia y conectar genuinamente con quienes nos escuchan.

Claro, y no es difícil de notar al escuchar el EP, que imagino que ahora se concentrarán en mostrar en vivo.

El enfoque actual de la banda es presentar el EP en vivo, tocando en lugares adecuados para mostrar lo mejor de nuestra música. Aunque estamos abiertos a compartir escenario con diversos estilos, queremos asegurarnos de que nuestras presentaciones estén bien planificadas y sean respetuosas con nuestra audiencia.

Planeamos promocionar este trabajo al menos hasta los primeros meses del próximo año, y después de lograr un desarrollo con el que nos sintamos satisfechos, comenzar a grabar un nuevo EP. Si bien aún no tenemos fechas concretas, informaremos todo a través de nuestras redes sociales, como en Instagram.

Estamos muy motivados con lo que viene. Por ahora, nuestra prioridad es disfrutar el proceso, hacer las cosas bien y aprovechar cada momento del camino, siempre con las ganas de llegar a más lugares y audiencias.

Con un EP que refleja tanto su madurez musical como sus ganas de explorar nuevos territorios, Sensei se posiciona como una banda a seguir en la escena nacional. Ya están trabajando en un segundo EP para 2025, mientras continúan promocionando su disco debut y conectando con nuevas audiencias. Para Sensei, la música es un camino, no el destino, y queda claro que este viaje apenas comienza.

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Por Jorge Bolton Lagos

Bioquímico, músico y fanático de la música.

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