El sábado 7 de enero de 2023 será recordado por mucho tiempo como el día en que la banda argentina Malón presentó en suelo nacional su tributo a Hermética. Pero vamos por parte, si bien el número de asistentes al Club Chocolate no llegaba ni siquiera a la mitad de su capacidad a eso de las 19:00 hrs.
Fue el turno de la banda chilena Akramen, quienes con un set de siete canciones presentaron un show sólido y cargado de thrash metal, en el cual repasaron material de sus dos discos existentes, “Bajo Control” y “Esclavos del nuevo orden”, y un adelanto de su nuevo material que verá la luz este 2023, llamado “Distopolis”.
Con temas como “Independencia”, “Guerra sucia”, “Terrorcracia”, “A.F.P. (Aquí fabricamos pobres)”, los nacionales se plantaron con personalidad y aprovechando al máximo los minutos que se les asignaron para mostrar su música.
Siendo las 20:11 hrs., y ya con el aforo del recinto casi a la totalidad de su capacidad completa, sale a escena el plato fuerte de la jornada, los trasandinos de Malón, que en esta oportunidad venían a mostrar un homenaje a la disuelta banda Hermética, de la cual Claudio O’connor y Antonio ¨Tano¨ Romano fueron miembros y en la actualidad son vocalista y guitarra de Malón respectivamente.
Los fuegos se iniciaron con “Evitando el Ablande” y el Club Chocolate se vino abajo, la fanaticada coreando toda la canción y la banda de un comienzo dejó en claro que venían a brindar un concierto épico. La segunda descarga fue “Predicción”, seguida de “Víctimas del Vaciamiento” y el estruendo del público era ensordecedor.
La siguiente entrega vino con “Memoria de Siglos”, “Atravesando Todo Límite” y “Del camionero” donde pudimos ver una banda poderosa, sin fallos, liderados por un O’connor muy activo y participativo con el público, y la guitarra del “Tano” Romano sonando como una metralla, secundados por una base rítmica impecable a cargo del batero Javi Rubio (“La Mancha de Rolando” y “Guasones”), y el bajista Karlos Cuadrado.
Acto seguido la banda interpretó “Malón Mestizo” (una de las canciones del repertorio de Malón), luego vino “Robo un Auto”, donde nuevamente el público asistente coreó cada estrofa acompañado de un mosh endemoniado, que se sucedía con cada nota que el cuarteto argentino hacía sonar.
A medida que avanzaba el desarrollo del concierto, la simbiosis público-banda, se hacía más y más estrecha, fue el turno de escuchar “Otro Día para Ser”, “Castigador por Herencia” (otra canción perteneciente a Malón), dando paso al solo de batería que no puede faltar en cualquier concierto del estilo, para seguir con “Gil trabajador”, “Olvídalo y volverá por más”. A estas alturas ya la banda tenía al público en el bolsillo, no había ningún asistente al concierto que no coreara a todo pulmón las canciones de la H.
Llegó el turno de escuchar “Síntomas de la infección” la última interpretación perteneciente a Malón. Ya estábamos en la recta final del concierto, escuchando “Vientos de poder”, “Cuando duerme la ciudad”, “Vida impersonal” y “Soy de la esquina”. La banda se retira del escenario ante la incondicional llamada del público que no para de corear “La H no murió”.
No pasan más que un par de minutos y el grupo vuelve al escenario par despedirse definitivamente tras interpretar “Cráneo candente” y “Tú eres su seguridad”, la cual seguramente se escuchó a varios metros a la redonda del Club Chocolate debido al fervor con el cual los seguidores de Hermética corearon la última canción de la noche.
Un concierto memorable, qué manera de empezar el 2023, seguramente se va a recordar por mucho tiempo tal descarga de nostalgia, fervor y amor por una banda ya disuelta. Sin duda la H no murió, a decir de quien redacta esta nota, está más viva que nunca.
Fotografías: Octavio Mendoza
Instagram: @incircum
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