El calor de Santiago no se comparaba al calor humano que esperaba el regreso de Samael a nuestras tierras, luego de su accidentada fecha en 2019. Y es que una banda de culto siempre tendrá seguidores fieles, de apañe duro y al pie del cañón, y esta no sería la excepción.

La jornada la abriría Folkheim, con su black metal con bases en el folclore y la reivindicación de los pueblos originarios, que conforma una amalgama intensa y muy atractiva. A eso de las 19:10 tomaron posesión del escenario mientras sonaba la intro “Tchánima Lickanantay” a modo de presentación, y es que la banda ha seleccionado lo mejor de su repertorio para esta noche, comenzando con la visceral “1781”, en donde notamos de inmediato elementos distintivos de la banda. 

“Hijos del Salitre” sonó potente, y como no, si Alecksi, su vocalista, despacha gritos infernales con una gran técnica, mientras escuchamos los riffs asesinos de Peter y Erik. El bajo está siendo parchado por Juan Francisco de la banda Austral, quien interpreta de manera soberbia, y la batería por Javier, miembro fundador de Folkheim, quien conoce de sobra cómo se actúa en este rol. El final de “Hijos del Salitre” muestra una veta acelerada, casi thrash, que invita a cabecear sin descanso.

La presentación de Folkheim es de una tremenda calidad, con intérpretes a un altísimo nivel disfrutando el show y entregando la fuerza que el estilo pide, sumando capas con grabaciones de teclado principalmente, y sonidos de origen folclórico- indígena que le otorgan otro nivel de emotividad a la propuesta, subiendo escalones de manera notoria. La banda constantemente comparte información acerca de los pueblos originarios, sus tradiciones y demandas, por lo que están completamente imbuidos de ese espíritu.

“Chaka” tiene un sonido más arrastrado, más doom si se quiere, lo que la hace penetrante y varía el sonido de la noche. “Kiepja” tiene una introducción intensa y emotiva, lo cual se mantiene en el resto del tema. Y para finalizar, una canción hecha “para dejar la cagá” como dijo Alecksi, y es que “Vaai Honga Kaina” incita a la locura y al ánimo reivindicatorio. Se cierra una gran presentación, en medio de aplausos efusivos para premiar lo que nos entregó esta tremenda banda.

Llega la hora, y a eso de las 21:00 hrs suben al escenario de la Blondie los cabeza de cartel: Samael, quienes se encuentran celebrando los 25 años del histórico “Passage”, disco que les entregó un aura distintiva al ser el primero en tener baterías programadas y mezclar su clásico black metal con un sonido reconociblemente industrial, influenciado por bandas como Godflesh o Ministry. 

Así, en vivo, Xy, quien fuera baterista, es quien se preocupa de los sintetizadores y las baterías programadas, ocupando sólo en ocasiones específicas los tarros reales de un set particular que tiene lo justo y preciso y en el cual no requiere ni siquiera sentarse. La ausencia de batería acústica siempre choca a los más clásicos, pero digan lo que digan, los ritmos programados sonaron excelente y además ayudó a que el total de la banda se escuche perfecto, redondeando una experiencia sublime.

La banda da el vamos a la celebración y tocan “Passage” de principio a fin. “Rain” comienza a desatar al ardiente público, muy demostrativo y afectuoso, y que se retroalimenta con una banda también muy apasionada en su interpretación. “Shining Kingdom” tiene ánimo de fiesta y contagia a la audiencia. “Angel´s Decay” suena potente, bajando un poco las revoluciones. Así, luego de este tema, Vorph se detiene a saludar en un muy buen español, para presentar “My Saviour” ante una audiencia rendida a sus piés.

Las canciones siguen pasando, con un sonido que le da toda la razón a Vorph al querer agregar distintas capas en aquellos años, manteniendo la música de Samael fresca, pero igualmente potente e infernal. Canciones como “Liquid Soul Dimension” se toman el ambiente y entregan momentos de éxtasis notorios, no sólo de parte del público, sino que de la banda completa, con Makro en guitarra absolutamente extasiado, al igual que Mas en bajo. Y qué decir de Xy, quien descarga la energía que tiene todo baterista, aún cuando su rol sea muy distinto.

Vorph sigue hablando en español, y anuncia que la siguiente canción es “más épica y hasta Wagneriana” para darle el vamos a “Born Under Saturn”, con un fondo rojo que nos hacía sentir aún más la pasión de la noche. “Chosen Race” pone al público a gritar, y “A Man In Your Head” cierra el set de la forma más épica posible. La banda termina el recorrido por “Passage” y sale un momento del escenario. Obviamente regresan, y es que lo que se vinde Santiago no se comparaba al calor humano que esperaba el regreso de Samael a nuestras tierras, luego de su accidentada fecha en 2019. Y es que una banda de culto siempre tendrá seguidores fieles, de apañe duro y al pie del cañón, y esta no sería la excepción.

Las canciones siguen pasando, con un sonido que le da toda la razón a Vorph al querer agregar distintas capas en aquellos años, manteniendo la música de Samael fresca, pero igualmente potente e infernal. Canciones como “Liquid Soul Dimension” se toman el ambiente y entregan momentos de éxtasis notorios, no sólo de parte del público, sino que de la banda completa, con Makro en guitarra absolutamente extasiado, al igual que Mas en bajo. Y qué decir de Xy, quien descarga la energía que tiene todo baterista, aún cuando su rol sea muy distinto.

Vorph sigue hablando en español, y anuncia que la siguiente canción es “más épica y hasta Wagneriana” para darle el vamos a “Born Under Saturn”, con un fondo rojo que nos hacía sentir aún más la pasión de la noche. “Chosen Race” pone al público a gritar, y “A Man In Your Head” cierra el set de la forma más épica posible. La banda termina el recorrido por “Passage” y sale un momento del escenario. Obviamente regresan, y es que lo que se vino después fue realmente notable.

Esta segunda parte comienza con la canción “Samael”, del disco “Hegemony” de 2017, muy bien recibido en su momento. “Luxferre”, tema del anterior disco, “Lux Mundi”, sigue subiendo los ánimos, pero lo que se vendría después si que la armó en grande, ya que Vorph presenta “Son Of Earth” del seminal “Ceremony Of Opposities” y la respuesta del público es asombrosa. Y es que este disco fue un punto bisagra en la carrera de Samael, y uno de los favoritos de sus seguidores, sin duda alguna. Y si de historia se trata, cuando recuerda que este año el disco “Blood Ritual” cumple 30 años, la ovación es gigante para recibir a “Until The Chaos”, representando al Samael más duro de sus primeros años.

Pasó “Reign Of Light”, “Baphomet’s Throne” e “Into The Pentagram”, canción de su primer disco “Worship Him”, celebrada hasta el cansancio. La banda se despide, pero regresa para el bis con “Slavocracy” y “Black Supremacy” del “Ceremony Of Opposities”, que terminó de azotar cabezas y dejar la grande en el recinto, dando una despedida feliz a público y banda, quienes vivieron un show genial, que entregó lo mejor de todas sus dimensiones, sin renegar de nada, lo cual se agradece, pues se disfruta reviviendo cada una de sus épocas, cuál más genial que otra. 

Agotados y felices, esperaremos qué nos depara esta esencia banda en el futuro próximo. Difícil de adivinar, pero de seguro algo de primera calidad, tal como el show recién vivido.

Fotos por Cristian Madariaga

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