Desde hace poco tiempo Alejandro Silva y su Power Cuarteto, (Gonzalo Muga en la batería, Cristóbal Arriagada guitarrista original del cuarteto y está Rodrigo García que es el bajista de la formación desde el 2005 y el 2015) volvieron al ruedo con varias presentaciones, primero en el Bar de René y posteriormente en la Sala SCD de Plaza Egaña. Esta semana la banda será la encargada de abrir el show del sueco Yngwie Malmsteen y no nos podíamos perder la excusa para conversar con quién debe haber sido el primer héroe de la guitarra metalera chilena.

Rock Legacy (RL): Cuéntanos primero, ¿cómo ha sido este año de reencuentros para ti?

Alejandro Silva (AS): Ha sido un año con una energía bastante especial, ha costado un poco. La verdad que hace un tiempo que teníamos conversado que queríamos hacer una reunión, sobre todo aprovechando los veinte años de “Dios Eol”, con la banda lo más original que se pudiese. En este caso es con Rodrigo García que pertenece a la formación 2005. Pero como te decía ha sido una energía bien especial, pero en general conectarse con los fans ha sido bien entretenido, ha sido grato para los que nos han ido a ver y los que han sido testigos de esto.

Pero hemos tenido algunos contratiempos de otro tipo, el país en general como que no ha colaborado mucho. El ambiente está bueno, pero no falta la delincuencia y bueno, nos ha tocado lamentablemente fuerte. Son cosas personales que nos han pasado dentro de la banda. Por ejemplo: para el lanzamiento de la reunión en el Bar de René, me trataron de robar la camioneta mientras estábamos tocando, no la pudieron robar afortunadamente, pero me la hicieron bolsa. Eso provocó una mezcla de emociones, fue emocionante volver a ver a la gente y reencontrarnos en el escenario con los cabros, para luego enfrentarse a la realidad que si te estacionas en cualquier parte te pueden robar.  

Entonces está la dicotomía que es rico tener un nicho donde existe el metal progresivo instrumental, vivir en un país es maravilloso, donde se puede tocar y hacer una carrera como músico de música instrumental. Por otro lado, está el contraste de la delincuencia y lo que acaba de pasar con Gonzalo, que lamentablemente es más grave porque le afectó a él directamente. Lo trataron de asaltar y el nuevo modus operandis de la delincuencia no es quitarte la bicicleta, sino atropellarte y luego quitártela. Entonces lo atropellaron e intentaron quitarle la bicicleta, afortunadamente fue otro robo frustrado. Pero, la consecuencia es terrible, porque se rompió el hombro y lo tuvieron que operar. Entonces tuvimos que posponer la fecha que teníamos el 29 de octubre. Por eso estamos acá, un poco para darle la cara a la gente, agradecidos del apoyo que nos han dado, porque son muchas las personas que nos han tirado buena onda, pero finalmente la fecha quedó para enero.

RL: Son 20 años del lanzamiento de Alejandro Silva Power Cuarteto. Cuéntanos, ¿cómo evalúas tus 20 años de carrera?

AS: Es interesante la perspectiva que te da la edad. Yo agradezco la oportunidad que tuve de haber hecho esto. Sinceramente nunca pensé que me iba a poder dedicar a la música. Finalmente estudié ingeniería y todo esto del cuarteto, como puedes ver no soy muy joven, partió bastante tarde. Esto fue muy tentativo, cuando partimos, fue como esto es lo que me gustaría hacer, voy a hacer un disco en mi casa, voy a grabarlo sin ninguna presión y voy a armar una banda para tocarlo en vivo, para ver qué tipo de respuesta tiene. Finalmente, la respuesta fue tan positiva que me animó a seguir y hacer una carrera al borde la línea. No es que uno viva dedicado a esto, aquí no vienen las lucas. Lo importante es que te permite generar música y hacer arte, que en definitiva es lo que todos amamos. Entonces, lo veo desde hoy y pienso que fuimos súper afortunados, vivimos un momento en el que la gente consumía mucha música y se abrían las ventanas para decir que en Chile también hay músicos buenos. Era la época fuerte de Steve Vai, Satriani, Paul Gilbert, puros guitarristas estadounidenses. El poder hacer esa música en nuestro país y con músicos nacionales, me hace pensar que llenamos un espacio que el público necesitaba. Y bueno, como te dije, estuvimos en el momento correcto y en el lugar correcto para desarrollar una carrera alternativa a lo que vivimos. Yo creo que todo esto se refleja en la convocatoria que tenemos hoy, todavía hay gente que nos recuerda y que nos quiere.

RL: Claramente lo que cuentas es así, imagino que no fue fácil desarrollar un contenido instrumental y conseguir emocionar con la música. ¿Qué te influencia para crear estas melodías que transportan a las personas hacia el interior de sus mentes?

AS: Es difícil hablar de cuál es el ímpetu que hace que un artista cree. Primero es importante agradecer, ya que nadie con hambre puede hacer arte. Si uno revisa la historia de la humanidad, buscando los periodos fértiles en cultura, generalmente las sociedades tenían momentos de estabilidad y riqueza relativa. Las personas podían vivir, no tenían carencia de alimentos para sus familias, e imagino que ya teniendo eso es fácil llegar a lo otro, al ímpetu de dejar un legado. Ahora, ¿de dónde vienen las ganas? Voy a copiar palabras que he escuchado por ahí, siento que no es como que yo haya escogido la música, sino que la música me escogió a mí. Crecí con una forma de escuchar, expuesto a exponentes musicales de muchos estilos y eso hace que mi cerebro viva con esas imágenes, con esa plástica y que además necesite expresarlas. Y se suma lo que te comentaba al principio, estábamos en el momento correcto, estaba la gente con ganas, había lugares y las marcas estaban apoyando. Todo se suma y ayuda a generar un proyecto donde plasmar las influencias. Finalmente, creo que viene estar bien con uno mismo y tratar de reflejar lo que has recibido y entregarlo de vuelta.

RL: Y para construir las piezas, ¿imaginas algo más allá de la música? ¿Hacia dónde crees que empuja tu música al auditor?

AS: Es difícil responder eso. Te puedo decir en lo que estoy orientado hoy, que recordar qué me movía hace veinte años atrás. Lo más probable es que en esa época me motivara el virtuosismo en la guitarra y por eso pasaba muchas horas estudiando, era una persona enamorada de su instrumento, de la técnica y de buscar un sonido. Entonces en ese contexto hay muchas cosas que me inspiraron para hacer temas en específico. Por ejemplo: todos los temas del “Dios Eol”, en especial el tema central, tienen que ver con ciencia ficción para mí. Me imagino naves y planetas. “Neopangea”, es otro continente en otro planeta, hay toda una historia ahí. El “Dios Eol” es la nave en la que el humano va a colonizar otros mundos, pero la gente de esa nave en el fondo, se demora tanto en llegar que pasan generaciones dentro de la nave y resulta que por algún desperfecto, la gente se despierta doscientos años después y todavía no llegan a su destino y no saben por qué están ahí, no saben qué fue de la humanidad. Es ese concepto espacial el que me hizo hacer ese disco en particular. Pero, si me preguntas en que estoy ahora, bueno estoy motivado por la matemática. Me volví loco por los números primos. Estoy tratando de buscar relaciones primas dentro de la música, entonces estoy trabajando desde la teoría, por así decirlo. Entonces, si tú escuchas lo que hice en “Hyperspace”, todas las frases son en números primos y toda la música que estoy haciendo ahora son 3, 5, 7, 11, 13; puras cosas así rítmicamente, pero también estamos tratando de llevar eso a la melodía. Ahora, como te dije, es el rollo que tengo hoy, no es el mismo que tenía antes.

RL: Imaginamos que con todo eso que nos acabas de contar se vienen algunas sorpresas, ¿se viene nuevo material?

 AS: Sí, claro, como te comenté, uno hace arte cuando puede, ya sea por tiempo, energías o dinero. Este año acabo de terminar de pagar la carrera profesional de mi hija y con eso tengo un poco más de margen económico financiero y eso permite no tener que exigirme trabajando. Ese tiempo extra lo estoy dedicando a hacer música. 

Lo que quiero hacer, la idea original era para este año, pero con el asalto a Gonzalo los planes cambiaron un poco. Porque la idea era meternos a trabajar en cuatro o cinco temas nuevos que tenemos, posterior a la tocata que teníamos el 29 de octubre. Para entrar al estudio a fines de noviembre o principios de diciembre. Para grabar esos temas, más otros cuatro o cinco que compusimos en la universidad, como tocamos hace un montón de tiempo hay mucho material que no se ha grabado. La idea es grabar esos temas y eso es un disco. Y el otro disco es toda la música que hice para el “Hyperspace” que quedó truncada con el principio de la pandemia. Y los temas están ahí, es música que uno escucha y se siente bien y pienso que es la música que quiero hacer. Y entonces pensaba meterme en diciembre a grabar todo ese material. La intención era tener las baterías grabadas en diciembre para poder trabajar en el verano y en el fondo sacar dos discos el 2023. Ese era mi plan y como veo, creo que todo se va a retrasar. Ahora, está en mi mira producir nuevo material, tengo muchos años sin sacar un disco, a pesar que sigo componiendo y haciendo cosas.

 La sorpresa principal en este momento es que a pesar de los percances tendremos el teloneo a Yngwie Malmsteen, que eso no lo vamos a suspender, ya que es uno de mis sueños de vida poder compartir escenario con él, ya que es uno de mis referentes desde mi juventud temprana. Entonces nos va a acompañar Jorge Olivares en la batería, que es un maestro de la batería y los que vayan lo van a ver. Estamos full ensayos para ponernos al corriente, ya que como es un reemplazo hay que montarlo todo otra vez.

 RL: Para finalizar, cuéntanos ¿cómo sientes que evolucionó la guitarra en el metal progresivo?

 AS: Ese es otro tema difícil de responder, ya que la música se va diversificando. Muchos se quedaron en los setentas, otros se han ido subiendo a nuevas corrientes. Lo que sí te puedo decir, es que afortunadamente el rock progresivo, en particular el instrumental, existe y existe con mucha fuerza fíjate. Me gustan mucho, por ejemplo: Animals as Leaders, Tesseract, Architecs. Toda esa camada instrumental que están llevando la música a un nivel más computacional, es más digital aún, es más información por unidad de tiempo y yo lo encuentro muy excitante, estar ahí tratando de emular esa música, se me hace algo muy desafiante.

 Con este cierre nos despedimos y dejamos a todo el público amante de las guitarras, invitado a que acompañe a Alejandro Silva y su Power Cuarteto haciendo la previa a uno de los dioses del instrumento de seis cuerdas.


Fotografías gentileza de Alejandro Silva.

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