Los franceses se presentaron ante un Caupolicán repleto, donde repasaron lo mejor de su repertorio junto a la presentación de su último disco “Fortitude” (2021).

Martes 30 de agosto, el frío se apoderó de la noche y lo que se venía era simplemente sublime: Gojira haría su primer show en nuestro país de manera solitaria, tras siete años desde la única visita que tuvimos de la agrupación en la primera versión del Santiago Gets Louder (2015). El recinto elegido fue el Teatro Caupolicán, lo que además entregaba cercanía e intimidad a una jornada que comenzaría con la apertura de puertas a las 18:00 horas y con una enorme fila que daba vuelta a la cuadra.

Los encargados de iniciar esta velada fueron los nacionales Mawiza, quienes con su metal de raíz encendieron el recinto por completo con canciones como “Kutxal”, “Kumbagüe” y “Ancestral”, todas pertenecientes a su segundo álbum Kollong (2019). Los asistentes alzaban sus manos gritando “eh, eh, eh” mientras le hacían el aguante a la banda con el compás de las palmas y posteriores mosh pits.

Créditos: @el.eme

Sin duda lo que más destaca de Mawiza es el compromiso por transmitir la cultura ancestral y mapuche, lo que se complementa con la potencia de los sonidos de cada uno de los integrantes de esta agrupación: Awka Kurünaw en voz principal y guitarra, Zi Gu Rat en bajo, Karü Waria en guitarra principal y Vincent Zbinden en batería.

“La siguiente canción, se la queremos dedicar a todos los presos políticos mapuche”, dijo Awka antes de interpretar “¡¡Nunca!!” entre la emoción de un público que ovacionó gritando “Mawiza” en medio de la canción.

“Estamos muy felices de compartir con ustedes este momento y de abrir el show de la banda más grande de todo el universo”, dijo Zi Gu antes de invitar a los presentes a hacer un afafán mapuche para Gojira, lo que resultó ser uno de los momentos más significativos de la presentación.

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Con “Mawiza ñi piwke” se le dio fin a la presentación de los nacionales, quienes pidieron libertad a los presos políticos mapuche y a los que luchan, palabras que fueron aplaudidas por un público que pedía “otra” tras alrededor de media hora de una increíble puesta en escena que inició y finalizó con el sonido del purrún. Sin duda no podía ser otra la banda telonera.

Una vez en el break entre shows, bajó el telón que nos hizo recordar que se venía Gojira y, tras alrededor de 25 minutos, se apagan las luces y las personas comienzan a entonar el clásico cántico “oh, oh, oh, oh” para calmar la ansiedad del momento, apareciendo finalmente una cuenta regresiva de tres minutos pasadas las 21:00 horas.

Se hicieron notar los smartphones desde todas las ubicaciones del Caupolicán y, una vez finalizada la cuenta regresiva, cae el telón al son de “Gojira, Gojira” al unísono. Entre un público eufórico por lo que se estaba viviendo, el show da inicio con “Born for one thing”, single del último álbum de los franceses Fortitude (2021).

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En aquel instante, las personas presentes yacían en éxtasis, la que continuó al sonar “Backbone”, una de las predilectas del tercer disco de Gojira From mars to sirius (2005), la que fue acompañada con un inminente mosh pit en medio de cancha general.

“Stranded” nos trae a la era Magma y el headbang a esta altura era obligatorio. En este momento, el público alzaba el puño o mano cornuda al compás del “eh, eh, eh” alentado por los hermanos Joe y Mario Duplantier, en compañía del bajista Jean-Michel Labadie y Christian Andreu, guitarrista principal de la agrupación.

Cada canción era acompañada de visuales acordes al contenido de ellas y, en pantallas, podía vislumbrarse en aquel instante unas ballenas flotando, así es como llegamos a “Flying whales”, himno por excelencia de la banda. Éste fue coreado de principio a fin por los fanáticos que repletaron el Caupolicán, sin duda un momento muy emocionante tanto para ellos, como para Gojira que miraban asombrados, cómo el público de Chile podía tener tanto aguante.

“Están listos para esto, Santiago?!”, pregunta Joe a los miles de fans que gritaron en una sola voz “YES” y, acto seguido, Mario comienza a introducirnos al compás de “The cell”, otra de las infaltables de Magma (2016).

Crédito: @el.eme

Era hora de un crossover de aquellos, por lo que Gojira se dispuso a interpretar “Love/ Remembrance” en una interpretación que unió ambas canciones: la primera, perteneciente al álbum debut de los franceses Terra Incognita (2001) y, la siguiente, a la segunda entrega de la banda The Link (2003).

“Hold on” y “Grind” nos devuelven al último disco de los franceses el cual, a pesar de no seguir la línea de los anteriores trabajos, continúan conservando aquella esencia del death metal melódico/técnico. Ahora, no podemos dejar pasar lo que ocurrió en medio de estas dos canciones, ya que fue notable: Mario comenzó a marcar el ritmo en la batería mientras invitaba al público a gritar. Aquí es donde sacó una pancarta que, al más puro estilo chileno, decía “Más fuerte por la chucha!”, mensaje que fue recibido entre risas y que, tras la solicitud del baterista, los miles que repletaron el recinto subieron el volumen de sus gritos y, posteriormente, Duplantier respondió con otra pancarta que esta vez decía “La raja!”.

Uno de los discos más destacados del 2016, en cuanto a metal y sus derivados, fue Magma. Y nos trajo joyas como “Silvera”, una de las favoritas que fue saltada, coreada y disfrutada de principio a fin dentro del Caupolicán.

“Another world” fue acompañada con la proyección del video en las pantallas del recinto y los saltos de aquellos que no se disponían a descansar en ningún momento. Y es que no podía ser de otra forma al ser la primera visita de Gojira en solitario.

Llego la hora de otra de las que no podían faltar: “L’enfant sauvage”, la que continuó el clímax de un espectáculo sin puntos bajos. El headbang al ritmo de la música debía ir sí o sí y, para continuar la fiesta, “Toxic garbage island” se coronaba como la única canción del disco The Way of All Flesh (2008) que formó parte de este setlist.

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“¿Están listos para cantar la siguiente canción, lo más fuerte posible?”, dijo Joe antes de invitarnos a todos a corear “The Chant” al momento en que se lanzó una lluvia de confeti que hizo de este momento el más destacado de toda la presentación de los franceses, lo que se corroboró al terminar la canción, ya que las miles de voces continuaban entonando la melodía a capela.

Con “The gift of guilt” cerraron la primera tanda del setlist entre aplausos y se retiraron del escenario, reapareciendo a los minutos tras los llamados del público. Así es como se dio paso al encore.

Lo que llamó la atención en este momento es que Mario Duplantier, baterista de la banda, subió a escena con la camiseta de la selección chilena, específicamente con la n°22 de Ben Brereton, gesto que fue ovacionado por fanáticos chilenos que dejaron este concierto sold out a los pocos días. También reapareció el resto de la banda, sosteniendo la bandera mapuche, junto a la chilena entre miles de aplausos.

Crédito: @el.eme

“¿Están cansados?” pregunta Joe Duplantier mientras la fanaticada lo daba todo para finalizar este tremendo concierto con “New found” y “Amazonia”, esta última confirmando una vez más la importancia que le entrega la banda a las causas ambientalistas, sociales y culturales.

Un concierto notable, que mantuvo una atmósfera exquisita de principio a fin y que destacó principalmente, por la calidad en el sonido y la cercanía de Gojira con sus fans, ya que se acercaban a interactuar, respondían los saludos a lo lejos y lanzaban uñetas, baquetas y lo que tuviesen para su alcance. Sin duda una experiencia increíble y que, esperemos, no deban pasar nuevamente siete años para poder volver a vivirla.

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By Bárbara Sherman

Fundadora y directora de prensa en Rock Legacy Webzine. Amante de la música en vivo y en todos sus formatos.

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