En la Sala Blacksound de Santiago, cerca del metro San Alberto Hurtado, se desarrolló este evento organizado por Jett Producciones, donde se presentaron seis bandas nacionales de Death Metal, las cuales tuvieron presentaciones correctas, pero dejan abierta una interrogante ¿Cuál es el límite de este género? ¿Acaso estamos en presencia de su declive?
Seis bandas de Death Metal chileno se presentaron en la Sala Blacksmith, en un evento organizado por Jett Producciones, las que tuvieron presentaciones correctas con cero puntos bajos, pero que, a ojos de quien escribe estas palabras, las propuestas musicales, carecen de elementos innovadores. Pareciera que el género al que pertenecen estas agrupaciones ya alcanzó sus barreras y sus límites, los cuales no incomodan, ni producen escozor en sus ejecutantes.
El evento inició más tarde de lo que indicaba el afiche. Supuestamente iba ser a las 15 horas, pero este tuvo un retraso de una hora, por más que sea una productora pequeña o incipiente, uno pide un mínimo de respeto por quien hace su trabajo, además no olvidar que el metro cierra a las 20 horas y eran seis bandas…
Además de eso, los grupos llegaban a medida que iba ser su turno para tocar. Así es, estas no llegaron todas antes del inicio del espectáculo o estaban horas antes de presentarse. A medida que se acercaba su momento de subirse, estas hacían su aparición por Sala Blacksound.
La primera presentación fue del grupo Alastor, quienes en siete temas dieron muestras de su técnica, además de su propuesta clásica que gira en torno a este género. Hay que destacar a su guitarrista, Andrés Vidal, quien demostró su técnica arriba del escenario.
Luego vino el turno de Sistema Kanibal, banda que después de sus presentaciones de este año, entrará en un receso indefinido como anunciaron en sus redes sociales el viernes 15 de noviembre. La agrupación mostró su versión del Death Metal, con una fuerte crítica social y recordando la violenta actuación de Carabineros con el tema ‘Paco Culiao Desclao’.
En tercer lugar se subieron al escenario Tempano, quienes al igual que la presentación anterior, hablaron de la situación del país y como los jóvenes “dieron una lección y nos motivaron a salir a las calles”. Por otra parte, su actuación fue potente y sólida, con un sonido en la misma línea que las dos bandas anteriores.
Destripado vino en cuarto lugar los que tenían un sonido similar en línea con el evento. Este cuarteto también tuvo una actuación sin puntos bajos, además sus letras y mensajes giraban en torno al contexto que vive nuestro país, recordando lo que pasa en las calles.
Penúltimo se presentó Darkspell, los que tuvieron una de las mejores presentaciones de la jornada, con un sonido limpio y pulcro, con una performance que se diferenciaba inmediatamente de las otras bandas, siendo uno de los puntos altos de la jornada.
Sins Of The Damned fue la última presentación de la noche, sin embargo, quien escribe esta review no pudo estar presente. Sin metro y con dificultad para cruzar todo Santiago, se decidió no quedarse hasta al final del espectáculo. Disculpas a los organizadores y la banda. Sin embargo, después de haber visto a cinco bandas de Death Metal chilenas y pensar en la actualidad que vive hoy el género a nivel nacional. ¿Podemos afirmar que el género vive un declive en nuestro país? ¿O estamos frente a un estilo que se transformó en un gusto para un nicho muy definido y reducido? Musicalmente pareciera que las barreras del Death Metal puede que no se muevan mucho de donde están hoy. Y las posibilidades de innovar no son muchas, ¿por desidia? ¿o por que el este estilo no tiene mucho más que ofrecer? Habrá que esperar unos años para saber cuál es el futuro de lo que se viene para este género en este país.
El horario del afiche, es netamente estratégico. Si pones la hora real en que empieza el evento, el público es capaz de llegar una hora después, y la primera banda tocaría sin gente.
Ya aclarado ese punto, saludos amigos y gracias por este review.
José Tomás Montecinos
(Jett Producciones Chile)